martes, 22 de diciembre de 2009

Wiedermeyer


El MÉDICO, desde su mesa, atiende al PACIENTE.

MÉDICO
Usted dirá.

PACIENTE
Tengo la enfermedad de Wiedermeyer.

MÉDICO
Muy bien. ¿Por qué no ha venido el señor Wiedermeyer?

PACIENTE
El señor Wiedermeyer está ahora en su casa de verano, en Innsbruck.

MÉDICO
Ah, excelente.
Usted debe de ser Schultz.

PACIENTE
Sebástian Schultz.

MÉDICO
¿Sabe quien tiene ahora la enfermedad de Schultz?

PACIENTE
La señora Mazurscky.

MÉDICO
Bien.
Ahora quiero que le lleve al señor Zinmermann su enfermedad.

El MÉDICO saca una jeringuilla y le inyecta en el brazo al PACIENTE.

PACIENTE
¿Qué hago con la enfermedad de Wiedermeyer?

MÉDICO
Llévesela a Bruno Copinscky

PACIENTE
El señor Copinscky tiene el síndrome Margaret.

MÉDICO
Oh. En ese caso entréguele la enfermedad de Wiedermeyer al doctor Miranda.

PACIENTE
Usted es el doctor Miranda.

MÉDICO
(Ligeramente asombrado) Así que yo soy el doctor Miranda.

PACIENTE
Sí, señor.

MÉDICO
Bien. Parece que ya estamos centrando un poco las cosas.
¿Qué enfermedades hemos dicho que lleva usted ahora?

PACIENTE
La de Zinmermann y la de Wiedermeyer.

MÉDICO
Mal. Esas enfermedades debería tenerlas ahora mismo el señor Schultz.

PACIENTE
Yo soy Schultz.

MÉDICO
(Ligeramente consternado) Mire, vamos a hacer una cosa, señor Schultz. Porque esto es un lío tremendo.
Nos olvidamos de Bruno Copinscky y de los demás desgraciados.
(Anotando en un papel y entregándoselo al PACIENTE) Vaya a ver al señor Hoffman a esta dirección. Le pasará el mal de Hoffman. Quédese allí y no haga nada. Una ambulancia le recogerá en cuanto empiecen a caérsele las orejas.

PACIENTE
(Leyendo la dirección) Pero esto está al norte del lago Victoria, Kenia.

MÉDICO
No queremos colaborar, ¿verdad, señora Mazurscky?

El PACIENTE entiende que acabará antes viajando al lago Victoria que intentando razonar con el MÉDICO, y se marcha.

MÉDICO
No olvide vacunarse.