CAMARERO
¿Sabe ya lo que quiere?
MUJER
(Cerrando la carta)
Sí.
Primero… que mi marido cierre los tapones del gel y el champú después de ducharse.
CAMARERO
(Sin extrañarse) ¿Alguna cosa más?
MUJER
Que haga pipí sentado en el water.
CAMARERO
Me temo que sentado en el water no va a poder ser. Si quiere que afine la puntería…
MUJER
(Insolente) No se puede sentar.
CAMARERO
No.
MUJER
¿Y eso?
CAMARERO
Mire, son muchos siglos de evolución. La cosa viene de las cavernas, ya sabe… lo de Darwin y todo eso. Se podría empezar a mirar pero serían varias generaciones las que harían falta…
MUJER
(Cortándole) Que afine la puntería.
CAMARERO
(Apuntando)
Que cierre los tapones del gel y el champú, y que afine la puntería cuando haga pipí. ¿De postre?
MUJER
De postre quiero aprender a decir no a muchas cosas.
CAMARERO
Muy bien.
MUJER
¿Tardará mucho?
CAMARERO
No lo sé. Dos semanas, tres años, dos meses,…
MUJER
Vale. ¿Me avisará cuando esté listo lo de mi marido?
CAMARERO
Usted misma se dará cuenta. Puede que primero sólo cierre el tapón del champú, o primero el del gel, eso es difícil de precisar, pero a partir de ahí todo irá muy rápido.
MUJER
(Emocionada) Oh, bien, bien.
CAMARERO
Carmen, es la última vez que tenemos la sesión fuera de mi consulta. Soy psicoanalista, no actor de reparto.
MUJER
(Sonriendo feliz)
Pues a mí me ha ido genial.
No sé, me lo he creído todo, he confiado, ha sido como más natural, más…
(Sobreviniéndole una idea) ¿Has saltado alguna vez en paracaídas?
CAMARERO
No pienso saltar en paracaídas con usted.
La MUJER, sin hacer caso de la negativa del CAMARERO, sirve vino. El CAMARERO, con disimulo, mira hacia el cielo y esboza una discreta sonrisa pues ha oído cosas formidables acerca de los saltos al vacío.