lunes, 22 de junio de 2009

El guión de esta semana: El cuenco

Estamos en las mazmorras del castillo. El PRESO está de pie en su jaula y aferrado a los barrotes.

PRESO
¡Carcelero! ¡Carcelero!

Llega el VERDUGO, atareado en preparar unas tenazas o algún instrumento de tortura.

VERDUGO
¿Qué pasa? Va, que tengo prisa.

PRESO
Me voy a poner en huelga.

VERDUGO
¿Ah, sí? ¿En huelga de qué?

PRESO
Una huelga de celo. Voy a llevar al extremo el comportamiento de un preso torturado.

VERDUGO
(Sin entender esa modalidad de huelga) Que bien. ¿Y eso por qué?

PRESO
Quiero un cuenco para la sopa. Estoy harto de que me la pongáis en las manos.

VERDUGO
(Cínico) ¿Un cuenco para la sopa? ¿Y cuchara? ¿Te gustaría también una cuchara?

PRESO
Se me escurre la mitad entre los dedos. Es lo único que pido. Un cuenco.

VERDUGO
Mira, esto es una mazmorra. Aquí se viene a pasarlo lo peor posible, así que ya puedes empezar la huelga esa que dices.

PRESO
Pues muy bien.

El VERDUGO se marcha, y entonces...

PRESO
(Chillando como un energúmeno) ¡Ay, ay, ay, que daño, que dolor! ¡Socorro, soy inocente! ¡Tengo fiebre! ¡Quiero ir al baño! ¡Ay, ay, ay! ¡Carcelero! ¡Carcelero! ¡Me duele todo! ¡Tengo hambre! ¡Tengo sueño! ¡Me duele la cabeza! ¡Tengo sed! ¡Me aburro!

Regresa el VERDUGO, el PRESO se calla.

VERDUGO
Mira, tengo un montón de gente que torturar y estoy sólo. Lo único que me faltaba es oírte chillar. Haz el favor de callarte y empezar la huelga esa.

PRESO
La huelga de celo consiste precisamente en esto, en exagerar, en comportarme como el preso torturado perfecto. (Volviendo a la huelga) ¡Ay, ay, ay! ¡Me duele! ¡No me torturéis más! ¡No, no, no! ¡Basta, por favor!

Llega el INQUISIDOR. El PRESO calla.

INQUISIDOR
(Al VERDUGO) ¿Qué pasa aquí? ¿Por qué están todavía los herejes sin los ojos arrancados? ¿Por qué no veo vísceras por el suelo?

VERDUGO
Eminencia, el preso se ha puesto en huelga y estaba intentando...

INQUISIDOR
(Al PRESO) ¿ A tí que te pasa?

VERDUGO
Quiere un cuenco para la sopa.

INQUISIDOR
¿Este desgraciado toma sopa?

VERDUGO
Bueno, es una forma de hablar. A media tarde le meo en las manos y le obligo a bebérselo.

PRESO
No es verdad. Me dan sopa. Fría pero sopa.

VERDUGO
Es agua de fregar el suelo, eminencia.

PRESO
Mentira, lleva carne y tropezones.

VERDUGO
(Confidente, al INQUISIDOR) El suelo está siempre lleno de... en fin...

INQUISIDOR
Dadle un cuenco a este hereje.

VERDUGO
Pero, Eminencia, si cedemos en esto luego vendrán más exigencias y...

INQUISIDOR
(Tajante) Obedeced.

El VERDUGO le entrega un cuenco al PRESO y éste lo acepta, emocionado y a punto de llorar. El INQUISIDOR y el VERDUGO se separan un poco del PRESO.

INQUISIDOR
(Al VERDUGO, intentando contener la risa) Y luego le cortáis las manos.

El VERDUGO se parte de risa por la ocurrencia del INQUISIDOR, que también acaba por reírse.

PRESO
¿Veis? Vosotros también sois humanos. También reís y tenéis compasión.

Arrecia la risa en la pareja de cabrones.