lunes, 6 de julio de 2009

Chuncky Funcky


Estamos en Navidad. Un HOMBRE atribulado entra a la tienda y se dirige a la DEPENDIENTA, que está ocupada preparando juguetes.

HOMBRE
Por favor, ¿el Chuncky Funcky de cuatro bolas?

DEPENDIENTA
(Burlona)
¿Está de broma?

HOMBRE
(Aterrorizado)
¿No les queda ningún Chuncky Funcky de cuatro bolas?

DEPENDIENTA
(Indolente)
El último Chuncky Funcky de cuatro bolas se vendió hace más de una semana. Se lo llevó un cinturón negro de taekwondo. Tercer dan.

HOMBRE
(Abatido)
Dios mío, esta es la última tienda que me quedaba por visitar. No me puedo volver a Orense con las manos vacías.

DEPENDIENTA
Me queda uno de dos bolas. Y está roto. Pero es un Chuncky.

HOMBRE
(Sin mostrar el más mínimo interés por el de dos bolas)
Me llevo esa cuerda de saltar a la comba.

La DEPENDIENTA le entrega la cuerda. El HOMBRE se la ata al cuello y mira al techo con intención de ahorcarse.

DEPENDIENTA
(Apiadándose)
Espere, no sea tonto.

HOMBRE
Déjeme, por favor.

DEPENDIENTA
(Confidente)
Escuche. Hay un hombre.
Se llama Ataturk.

HOMBRE
Siga hablando.

DEPENDIENTA
¿Conoce el desierto de Gobi?

HOMBRE
Sí.
Quiero decir no, pero preguntaré.

DEPENDIENTA
Si se da prisa podrá reunirse con él este Jueves en el oasis de Málek.

HOMBRE
¿Cómo le reconoceré?

DEPENDIENTA
Déme ochocientos euros.

El HOMBRE le paga de buen grado.

DEPENDIENTA
Ataturk es el paje del rey Melchor.
A veces “se cae” algún Chuncky Funcky del camello.

El HOMBRE entiende que tiene que darse prisa si quiere llegar al oasis de Málek el Jueves por la noche, pero antes..

HOMBRE
Oiga, ¿cómo sabrá Ataturk….?

DEPENDIENTA
Diga que le envía Mari Carmen.
La Mantis.

HOMBRE
Es usted una buena mujer.

DEPENDIENTA
Largo.

El HOMBRE parte hacia el oasis de Málek.