sábado, 9 de mayo de 2009

Fumadores


Estamos en un restaurante. Un CLIENTE solicita mesa a la ENCARGADA.

CLIENTE
¿Mesa para uno, por favor?

ENCARGADA
¿Fumador?

CLIENTE
Sí.

ENCARGADA
¿Soñador?

CLIENTE
¿Cómo?

ENCARGADA
Que si se queda ensimismado pensando en cosas que le gustaría que sucediesen.

CLIENTE
Pero, oiga, ¿que tiene que ver eso para que me dé mesa? Entiendo que los fumadores estemos en un espacio aparte pero...

ENCARGADA
La separación por personalidades es igual de necesaria o más. El otro día un realista le echó la sopa por la cabeza a un soñador. Queremos evitar problemas.

CLIENTE
Vaya. Pues... sí, sí, soñador. Mucho.

ENCARGADA
¿Hablador?

CLIENTE
(Haciéndose el interesante)
Digamos que me gusta la tertulia.

ENCARGADA
¿Exigente?

CLIENTE
Pues... sí. Creo que sí.

ENCARGADA
Lo siento. Estamos llenos.

CLIENTE
Oiga, ¿y si le hubiera dicho que no soy exigente?

ENCARGADA
Le hubiera dado mesa en fumadores habladores y tolerantes.

CLIENTE
¿Pero no soñadores?

ENCARGADA
No, de soñadores estamos llenos. Tendría que ser en no fumadores. Ahí le podría dar una mesa de exigente, soñador y hablador.

CLIENTE
Oiga, ¿y en fumadores no tendría nada de soñadores y habladores pero con tolerantes en vez de exigentes.

ENCARGADA
Tengo una mesa libre en fumadores soñadores habladores tolerantes pero tienen que ser idiotas. Las de listos están llenas.

ENCARGADA
¿Se la doy de idiota?

CLIENTE
(Entredientes) Vale.

ENCARGADA
(Señalándole) ¿Ve esas mesas de no fumadores inexorables sectarios y antipáticos? Por el pasillo de detrás y a la izquierda.